
Paris, 1935. El niño prodigio, sorprendiendo a propios y extraños, dibujó un globo aerostático con cabeza de velero que atravesaba el cielo raso del mediodía francés mientras hostias consagradas con el pene erecto perseguían palomas blancas de luz divina. Apollinaire, amenazado por la brillantez de la obra, lo expulsó del movimiento fundiéndolo a blanco. Había nacido el expresionismo abstracto.
Autor: Albert Seguín
1 comment:
reservada para Albert "the FREAK"
Post a Comment